Detalle/ Detail:
Antonio Saura
Dama , 1957
Colección Würth /Würth Collection
Inv. 17.700
Sala/Room 001
Antonio Saura fue uno de los artistas españoles con mayor reconocimiento internacional de la segunda mitad del siglo XX y su figura es angular para entender el desarrollo del Arte Contemporáneo Español. Tras una estancia en París a mediados de los 50 volvió a España en el año 1957 para fundar el Grupo El Paso. Este colectivo artístico, que reunía a artistas como Manolo Millares, Juana Francés, Manuel Rivera o Rafael Canogar, pretendía romper con la rigidez del arte español de aquellos años e introducir las nuevas reflexiones del arte internacional de aquella época, tanto del Expresionismo Abstracto norteamericano como del Informalismo Europeo. Saura estuvo vinculado a El Paso hasta su disolución en 1960.
La exposición
Arte Español a partir de la Colección Wurth
muestra 4 obras de Saura de entre 1957 a 1963; todas ellas son parte de los fondos de la Colección Würth, y todas ellas pertenecen al grupo de obras que el artista calificaba como Damas. En 1958 Saura escribía sobre su proceso artístico: “Un cuadro es ante todo una superficie en blanco que es preciso llenar con algo. La tela es un ilimitado campo de batalla. El pintor realiza frente a ella un trágico y sensual cuerpo a cuerpo, transformando con sus gestos una materia inerte y pasiva en un ciclón pasional, en energía cosmogónica ya para siempre irradiante. ”Sus escritos de estos años son tan enérgicos como su pintura, fíjense de nuevo como se refiere a su práctica: “sensual cuerpo a cuerpo”, “ciclón pasional”, “energía cosmogónica”… En el Expresionismo el cuerpo, el movimiento del artista, el gesto, el rastro de la acción fue protagónico. La técnica se convirtió en el vehículo a través del cual el artista era capaz de trasladar sus emociones al lienzo, de expresarlas. Saura seguía las maneras de la pintura de acción norteamericana, pero también de la pintura automática, herencia de su breve acercamiento al círculo neosurrealista durante sus años parisinos. Todo esto tiene reflejo en las obras. Acérquense con cuidado de no tocarlas… verán el uso del pincel, el movimiento del brazo, los colores mezclados en fresco sobre el lienzo, la espátula arrastrando el óleo… La acción, el proceso de pintar, es tan importante como el resultado final de la obra, la pintura de acción pretende conectar de alguna manera con el inconsciente más íntimo del artista y liberarlo a través de la técnica.
En el catálogo de la exposición, el comisario Kosme de Barañano define a Saura como “el pintor de la furia española, del mundo de las sombras de la España negra” y de alguna manera es heredero de una tradición artística que nos conduce a Goya, y muy especialmente a las
Pinturas Negras
que fueron uno de los referentes artísticos de Saura.
En los años que se corresponden con las obras en exposición Saura buscaba un “orden del desorden” que encontró en el cuerpo femenino como algo primigenio, estructural y transversal en la historia, que conectaba el presente con el pasado remoto de las “Venus” paleolíticas. Sus damas monstruosas emanan de la oscuridad con una energía poderosa que se opone a la belleza pasiva de los desnudos femeninos de la Historia del Arte, que son conscientes del deseo como motor creador absoluto, de lo que Saura llamaba “magma mater”, una suerte de líquido denso, oscuro y fértil de lo que emana todo lo humano.
©Museo Würth La Rioja
Antonio Saura was one of the most internationally recognized Spanish artists of the second half of the 20th century, and he is a pivotal figure in understanding the development of Spanish Contemporary Art. After a period in Paris in the mid-50s, he returned to Spain in 1957 to found the El Paso Group. This artistic collective, which brought together artists such as Manolo Millares, Juana Francés, Manuel Rivera and Rafael Canogar, sought to break with the rigidity of Spanish art of those times and introduce new reflections on international art of the era - both American Abstract Expressionism and European Informalism. Saura was linked to El Paso until its dissolution in 1960.
The exhibition
Spanish Art and the Würth Collection
features 4 works by Saura dating from 1957 to 1963; they are all part of the Würth Collection, and all belong to the group of pieces that the artist characterised as Ladies. In 1958 Saura wrote about his artistic process: “A painting is first and foremost a blank surface that needs to be filled with something. The canvas is a limitless battlefield. Standing before it, the painter performs a tragic and sensual hand to hand combat, transforming with his gestures an inert and passive matter into a passionate cyclone, into cosmogonic energy that is already radiating for the rest of time.” His writings from those years are as energetic as his painting. Notice again how he refers to his practice: “sensual hand to hand combat”, “passionate cyclone", “cosmogonic energy"... In Expressionism the body, the movement of the artist, the gesture, the tracing of the action, was the protagonist. The technique became the vehicle through which the artist was able to transfer his emotions to the canvas, to express them. Saura followed the ways of American action painting, but also of automatic painting, a legacy from his brief involvement with the neo-surreal circle during his Parisian years. All this can be seen reflected in his works. Take a closer look, being careful not to touch. You will see the use of the brush, the movement of the arm, the colours freshly mixed on the canvas, the spatula dragging the oils... The action, the process of painting, is just as important as the final result. Action painting aims to, in some way, connect with the artist's most intimate subconscious and to free it through technique.
In the exhibition catalogue, curator Kosme de Barañano defines Saura as "the painter of Spanish fury, of the world of shadows of black Spain", and in a way he is heir to an artistic tradition that dates us to Goya, and particularly to the
Black Paintings
that were one of Saura's artistic references.
In the years in which the works on display were created, Saura was looking for an "order of disorder", which he found in the female body as something primeval, structural and transversal in history, connected the present with the remote past of the Palaeolithic “Venus”. His monstrous ladies emanate from the darkness with a powerful energy that opposes the passive beauty of the female nudes from Art History. They are aware of desire as the ultimate creative engine, of what Saura called "magma mater” - a kind of dense, dark and fertile liquid that emanates from everything human.
©Museo Würth La Rioja